Era un día muy ajetreado en la oficina, el trabajo no paraba de llegar, los jefes todos y absolutamente todos de mal humor, y para colmo era época de gripe, por lo que eramos muy pocos quienes trabajabamos ese día. Y si pensaba que las cosas no se podían poner peor, estaba muy equivocado; nuestra amiga la tecnología me daría un par de problemas mas.
Mi tarea ese día se vio degradada a tareas administrativas de cadete, ya que no había nadie más que ocupe ese puesto, así que me pasé de aquí para allá entregando cartas y memos, redactando cartas, atendiendo el teléfono y hasta sirviendo café ! ... No había estudiado tanto como para servir café ! Hasta cambiar cartuchos de tinta ....
Por suerte teníamos un toner original en la oficina, ya que detesto las copias o los recargables; no son de fiar. Nada como un cartucho nuevo y original, los cuales duran y no manchan. Se puede decir que el día pudo haber sido mucho peor, pero por suerte al finalizar, todos tuvimos una suerte de realización, como si alguien nos hubiera dicho "buen trabajo".
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